Somos los trofeos más tristes del mundo, nadie nos quiere...
Buaaaah, buaaaah, BUAAAAH, BUAAAAH
Perdón, no sé cómo han podido acceder al blog los trofeos, y escribir en él. Realmente, están muy tristes los pobres: tenían ganas de viajar, se ilusionaban con sus posibles destinos. Soñaban y discutían con pasión, que si Antananarivo, o Maracaibo, que si Castro Urdiales, que si Aranjuez...
Es una pena que queden desiertos los dos certámenes, el de partidas y el del problema de las ranas. Es un paso atrás, pero la solución es clara: dar dos pasos adelante.
En fin, intentaré calmarles y que no sigan vertiendo lágrimas de cristal. Ya les encontraremos destinos gloriosos.
Venga, dejad de llorar, vamos a ver si creamos una cuenta en facebook
(Parece que ha funcionado, han dejado de gimotear).
No hay comentarios:
Publicar un comentario