En ajedrez es importante saber en qué momento tenemos que atacar, y cuándo nos toca defender. Hay que reconocer el peligro para evitarlo, y hay que crear peligro para nuestro oponente.
A veces nos tocará defendernos como las tortugas, refugiándonos en un caparazón; otras veces podremos contraatacar.
Pero hay una amenaza que nunca podemos olvidar: un jaque. Si nuestro rey sufre una amenaza directa ES OBLIGADO SALVARLE, nunca jamás podemos dejar al rey en jaque.
Y hay tres formas de defenderle:
En los siguientes ejercicios nos toca ponernos la armadura y defender al rey blanco que está en jaque.
Como siempre, escribe primero la jugada en papel antes de pulsar el botón SOLUCIÓN , ello te obliga a pensar.
A veces nos tocará defendernos como las tortugas, refugiándonos en un caparazón; otras veces podremos contraatacar.
Pero hay una amenaza que nunca podemos olvidar: un jaque. Si nuestro rey sufre una amenaza directa ES OBLIGADO SALVARLE, nunca jamás podemos dejar al rey en jaque.
Y hay tres formas de defenderle:
- Moviéndole a una casilla no atacada.
- Taponando con otra pieza el ataque.
- Capturando la pieza agresora
En los siguientes ejercicios nos toca ponernos la armadura y defender al rey blanco que está en jaque.
Como siempre, escribe primero la jugada en papel antes de pulsar el botón SOLUCIÓN , ello te obliga a pensar.
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